martes, 21 de abril de 2015

la política

La mentira más grande es la propia palabra.
En algún momento del pasado lejano la sociedad creó la palabra y tras un segundo de duda, mintió.
El padre miente a la hija, el hijo a la madre, el señor a la señora, la señora al policía, el agente a la gente y el pueblo a sí mismo.
Es genético, es supervivencia, es una necesidad natural y es una obligación social.
Cómo podemos confiar en un extraño para que administre nuestros bienes? Porque los demás lo hacen.

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